Carta del Productor – Octubre 2025

¡Damas y caballeros! ¡Feliz Spooky Season! 🎃

Llegó esa época en la que el mundo se disfraza: los niños se asustan, los adultos… siguen siendo adultos y, claro, siempre hay algún joven convencido de que un hilo dental y dos estrellitas son el vestuario perfecto para ser… una zanahoria. Jejeje.

Muchos pensarán que hablaré de Halloween Spelltacular o de Noche de Villanas, pero esta vez quiero ir más atrás. Octubre es perfecto para hablar de comienzos, de aquello que sembró la chispa que hoy nos trajo hasta aquí.

El mes pasado les hablé del futuro. Hoy quiero contarles cómo empezó todo.Y para eso… acompáñenme a Grecia.

La primera aventura.

Una tarde cualquiera, en casa, mi familia debatía qué CD veríamos (sí, en esos tiempos no había Netflix). Yo era muy joven, apenas descubriendo historias, cuando mis papás pusieron en mis manos una película que sin saberlo cambiaría mi vida: Mamma Mia.

Ese fue mi primer viaje a las islas griegas: el romance, la amistad, la música que se te mete en la piel… y esas vistas que parecían guardar secretos en cada esquina. Claro que no entendía todos los enredos amorosos, pero sí entendí algo: que había historias capaces de atraparte para siempre.

Con el tiempo, Mamma Mia se convirtió en una de mis “confort movies”, esas que abrazan el alma cuando necesitas el cariño de mamá. ¿Saben a lo que me refiero? 

Años después, cuando decidí fundar Wizze Producciones, esa misma voz interior me preguntó: ¿con qué quieres empezar?

La respuesta fue clara: con la historia que me enseñó a soñar.

Así fue como Mamma Mia se convirtió en nuestra primera producción. Patric Badir en la coreografía, Elena y Ale Camps en lo vocal, Oscar Alan como director escénico, Miriam Roldán y Camila Maggi como mis manos derechas… y un elenco lleno de talento que muy pronto dejó de ser un grupo de desconocidos para convertirse en algo más: una familia.

Nunca olvidaré las audiciones: rostros nerviosos, miradas llenas de ilusión, voces temblando por la emoción de estar ahí. En ese instante entendí que el teatro no empieza en el escenario, empieza en ese primer “hola” donde las almas se reconocen.

Después llegó el primer ensayo, esa lectura de libreto que siempre parece sencilla… hasta que notas cómo las palabras se transforman en puentes invisibles que van uniendo corazones.

Mientras ellos ensayaban, yo veía cómo la maqueta que hice en mi taller empezaba a latir: los vestuarios escapaban del papel, los props cobraban vida, y hasta un simple cóctel falso tenía la fuerza de meter al elenco más profundo en la historia. Porque la magia está en esos detalles diminutos que terminan siendo gigantes.

Y entonces llega ese instante sagrado que lo justifica todo:

Tercera llamada, tercera… ¡comenzamos!

Las luces se encienden, la música envuelve, y de pronto el público ríe, canta, baila, llora… y por unas horas se olvida del mundo afuera.Ahí, en ese preciso segundo, todos —actores, técnicos, bailarines y público— respiramos al mismo tiempo. Y ese latido compartido, ese instante en que dejamos de ser muchos para convertirnos en uno solo… es la razón por la que sé que la magia existe.

En Mamma Mia, Sam conoció al amor de su vida… y por miedo, por comodidad, por no arriesgarse, la dejó ir. Años después entendió que esa fue la herida más grande de su vida: haber amado y no haberse atrevido a luchar por ese amor.

Y aquí está mi consejo: no dejen que el miedo o la comodidad los alejen del amor ni de sus sueños.

La vida no se detiene. Siempre habrá excusas, inseguridades, dudas que te susurran “no lo hagas”. Pero también hay otra voz, una más profunda, que dice: ¿y si sí?

¿Y si esa persona siente lo mismo que tú?

¿Y si te eligen para el papel de tus sueños?

¿Y si ese proyecto que tanto temes empezar… termina siendo la mejor decisión de tu vida?

El amor y los sueños son lo mismo: se viven con miedo, sí, pero sobre todo con valentía. Porque nada duele más que arrepentirse de no haberlo intentado.

Yo lo intenté. Y aquí estamos.

Esa primera producción me enseñó algo que guardo hasta hoy: que la magia es más fuerte que el miedo, y que cuando nos atrevemos, la vida se convierte en una coreografía de recuerdos imborrables.

Así que si alguna vez dudas, recuerda esto:

La magia no está en esperar a que pase… la magia está en atreverse a vivirla.

Y yo estoy aquí para recordártelo, una y otra vez, desde cada escenario que construyamos juntos.

Porque al final, no se trata solo de hacer teatro o de levantar un show.Se trata de atrevernos a vivir, de crear momentos que nos devuelvan las ganas, de recordar que todavía somos capaces de soñar.

Y si alguna vez lo olvidas, vuelve aquí, a esta familia que es Wizze, porque juntos ya probamos que los sueños se hacen realidad.

Así que, chicos… una vez más, y para siempre:

¡Hagamos Magia! ✨

Con todo mi cariño,

Kevin Jara

Fundador & Productor Creativo – Wizze Entertainment